Para David Hao, médico especialista en dolor crónico del Hospital General de Massachusetts, en Boston (Estados Unidos), la situación con un nuevo paciente que sufre dolor crónico intenso suele ser la siguiente: presenta posibles tratamientos, como inyecciones de esteroides, ablación de nervios dolorosos, acupuntura, fisioterapia o cirugía. Pero hacia el final de la cita, algunos preguntan inevitablemente: “¿Cree que debería probar la marihuana?”. Los pacientes han oído (quizá por su familia, amigos o los medios de comunicación) que el cannabis y sus compuestos derivados, llamados cannabinoides, pueden ser útiles para dolores como el suyo. Pero como científico, Hao les da una respuesta sincera: “Basándonos en las pruebas disponibles, el beneficio es cuestionable”. Estudios reputados no han encontrado hasta ahora que los cannabinoides reduzcan suficientemente el dolor, lo que llevó a la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor en 2021 a negarse a respaldar estos fármacos. National Geographic